Padre Rodolfo Ricciardelli

Entrevista al Padre Rodolfo Ricciardelli

El Padre Rodolfo Ricciardelli, sonriente, junto Juan Domingo Perón en la residencia del General en Gaspar Campos. También se ven otros Curas del Movimiento de Sacerdotes del Tercer mundo como Domingo Bresci. El encuentro se produjo el 9 de diciembre de 1972. Fuente:https://www.pagina12.com.ar/506689-a-50-anos-del-encuentro-de-peron-y-los-curas-del-tercer-mund

Ricciardelli bautizando a uno de los hijos del "Pichi" Valencia (un vecino histórico del Barrio Rivadavia).

Ricciardelli le toma la comunión a 2 niñas del Bajo Flores

El Padre Rodolfo Ricciardelli. Fotografía cedida por el Archivo Nacional de la Memoria

El "Padre Richar" y el Padre Adolfo

El Padre Rodolfo Ricciardelli con sotana roja y una vecina del barrio. Foto cedida por el Archivo Nacional de la Memoria.

Rodolfo Ricciardelli de jóven en lo que aparenta ser un pic-nic y escuchando el sonido de una guitarra. Fotografía cedida por el Archivo Nacional de la memoria.

El Padre Rodolfo Ricciardelli de jóven sosteniendo un bebé. Fotografía cedida por el Archivo Nacional de la Memoria.

El Padre Rodolfo Ricciardelli en lo que aparenta ser una comunión. Foto cedida por el Archivo Nacional de la Memoria.

El Padre Richar bautizando un bebé en Bajo Flores. Foto cedida por el Archivo Nacional de la memoria.

"Richar" conversando con un vecino que lo visita en bicicleta. De fondo se ven las casas construidas de madera y chapa. Fotografía cedida por el Archivo Nacional de la Memoria.

El Padre "Richar" junto a un grupo de jóvenes en el Barrio que ahora lleva su nombre. Fotografía cedida por el Archivo Nacional de la Memoria.

Un jóven Ricciardelli navegando en un bote junto a dos personas desconocidas. Foto cedida por el Archivo Nacional de la Memoria.

El Padre "Richar" dando misa. En el cartel se lée: "Bienvenidos. Construyamos una casa en la tierra y otra en la ...." . Fotografía cedida por el Archivo Nacional de la Memoria.

El Padre "Richar" vestido con un poncho junto a un grupo de colegas y niños en una estación de tren. Todo parece indicar que se trata de un viaje en el que niños conocen por primera vez el "sur" de nuestro país.

Vecinos trabajando en la construcción junto al Padre Ricciardelli. Es posible que se trate de la construcción de viviendas llevada adelante desde Madre del Pueblo en La Matanza donde la última dictadura cívico militar trasladó a miles de familias del Bajo Flores de manera forzosa. Fotografía cedida por el Archivo Nacional de la Memoria.

Rodolfo Ricciardelli en su juventud. Foto cedida por el Archivo Nacional de la Memoria.

Ricciardeli con boina conversando con vecinas. Foto cedida por el Archivo Nacional de la Memoria.

El histórico encuentro entre sesenta curas del Movimiento de Sacerdotes del Tercer Mundo y Juan Perón tuvo mucha repercusión política y mediática. Como se ve en la foto del mismo participaron Vernazza, el Padre Mugica y el dirigente Héctor Cámpora.

Rodolfo Ricciardelli junto a otros curas llevando adelante la procesión del Vía Crucis. Foto cedida por el Archivo Nacional de la Memoria.

Jorge Vernazza

Jorge Vernazza nace el 1° de Septiembre de 1925 en Buenos Aires. Estudió en el Seminario Metropolitano licenciándose en Teología. Su ordenación sacerdotal se realiza en 1951.

Antes de llegar al Bajo Flores, el Padre Jorge Vernazza pasa un tiempo como párroco en la Parroquia San Francisco Solano en el barrio porteño de Mataderos.

Su arribo al Bajo Flores es enel año 1968. Al comienzo vivía en una casilla y tenía una carpintería donde daba misas y cursos.

Tanto él como Jorge Botán como el propio Padre Ricciardelli eran parte del Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo (MSTM) desde sus inicios. Estos tres sacerdotes, denuncian atropellos policiales y el Plan de Erradicación de Villas Miseria llevado adelante por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. En 1972 integra, junto a Carlos Mugica, la comisión que acompaña a Juan Domingo Perón en su regreso a la Argentina. Ambos sacerdotes habían sido compañeros en el seminario de Villa Devoto.

Bajo el terrorismo de Estado en 1978 se inicia un nuevo Plan de Erradicación de Villas Miseria, donde las topadoras enviadas por el Intendente Cacciatore disminuyen el número de viviendas de 5600 a 30. Los relatos de los habitantes son desgarradores: con total impunidad se destruían las viviendas con las pocas pertenencias que las familias tenían. Eran trasladados a la fuerza dispersando a las comunidades a diferentes sitios de la provincia de Buenos Aires, con la promesa de otorgarles viviendas definitivas.

Ante el avasallamiento de los derechos humanos, el Padre Vernazza realiza junto a otros sacerdotes (Miguel Ángel Valle y Héctor Botán de Villa Lugano, Daniel de la Sierra de Barracas, Rodolfo Ricciardelli de Bajo Flores, Jorge Meisegeier de Retiro y Pedro Lephille de Mataderos) un informe llamado “La verdad sobre la erradicación de las villas de emergencia del ámbito de la Capital Federal”. El mismo se publica en octubre de 1980.

Para dar respuesta a las miles de familias trasladas a la fuerza a provincia en el marco de la erradicación forzosa forma con el Padre Ricciardelli una cooperativa para la construcción de viviendas. Consiguen terrenos (adquiriéndolos y con ayuda de distintas fundaciones) y comienzan a construir viviendas bajo la modalidad de autogestión. De esta manera construyeron barrios enteros como Barrio Nuestra Señora de Luján, Barrio San José Obrero (ambos en La Matanza), Barrio Madre del Pueblo en Merlo, San Cayetano en Rafael Castillo.

Los terrenos en cuestión son finalmente adquiridos en febrero de 1979 con los aportes de los socios. Las construcciones comienzan en septiembre de ese mismo año dando origen al Barrio Luján, terminado en 1981. La cooperativa se pone en marcha financiada por una fundación holandesa. El Ingeniero Osvaldo Oriolo coordina estas primeras obras construidas bajo el sistema de autogestión. En la actualidad a pesar de haber surgido en condiciones tan precarias aún continúa funcionando y lleva más de 1500 viviendas levantadas. “Trabajábamos los fines de semana y los días feriados, sin descanso –recuerda Martín Alberna, poblador del barrio Madre del Pueblo de Merlo- todos teníamos el sueño de la casita de material. El que más trabajaba, tenía derecho a elegir primero”.

En el ’83 consiguieron el terreno para hacer el barrio San José Obrero en la Matanza, pero como debían construir más de 500 viviendas cambiaron la metodología de la autoconstrucción por un plan de lotes con servicios, por el cual se realizaba el trazado y la instalación de los servicios (agua y luz), luego la familia se ocupaba de la construcción cumpliendo plazos convenidos con antelación.

Se levantan los barrios Nuestra Señora de Luján, en San Justo; Madre del Pueblo, en Merlo; San José Obrero, en Laferrere; San Cayetano 1 y San Cayetano 2, en Rafael Castillo y se inicia con los trabajos en Virrey del Pino.

El Padre Jorge Vernazza vive en el corazón y en el recuerdo del Bajo Flores. Es sinónimo de lucha, de abnegación, de superar las dificultades aún cuando éstas parecen superarnos.

Auténticamente peronista, fundador del Movimiento de Sacerdotes del Tercer Mundo, comprometido con la realidad de sus queridos vecinos y con la lucha por un mundo más justo.

Así lo queremos recordar desde el portal del Bajo.


El Padre Jorge Vernazza fue parte, junto a Carlos Mugica, de la delegación que acompañó a Juan Perón en su vuelta el país en 1972.

Conocida foto del Padre Jorge Vernazza. Hoy la escuela de oficios de Madre del Pueblo lleva su nombre.

Obispo Pedro Cannavó

En el año nuestro querido Obispo Pedro fue designado párroco en San Saturnino y San Judas muy cerquita del Bajo Flores y allí algunos de los vecinos y vecinas del barrio lo empezamos a conocer. Pero su desembarco en el corazón del Bajo Flores fue en el año 2023 cuando fue designada párroco de la mítica parroquia Santa María Madre del Pueblo en el Barrio Ricciardelli.

Le tocó asumir esa enorme responsabilidad en tiempos difíciles pues acababa de terminar la pandemia y la situación socio-econmómica del barrio (y de todo el país) era muy compleja pero rápidamente a fuerza de convicción y mucho trabajo el Padre Pedro se ganó al afecto del barrio recuperando esa impronta barrial de Ricciardelli, Vernazza, Carrara y poniendo siempre el corazón por delante. Visitando las ermitas en las distintas partes del barrio, asistiendo a las fiestas religiosas de las distintas colectividades, haciendo crecer el colegio de Madre del Pueblo, el Club y todas las instituciones que dependen del Club, tendiendo una mano a los pibes en consumo problemático con el Hogar de Cristo el Obispo Pedro se metió de lleno en el corazón del pueblo bajoflorense. Su obra es un legado importante en los barrios que componen el Bajo Flores.

Antes de llegar al Bajo Flores, Pedro se desempeñó como vicario parroquial en la parroquia Santa Clara (2010-2013), Nuestra Señora de Caacupé de Caballito (2013-2014) , Vírgen Inmaculada de Lourdes de Flores (2014-2016). También tuvo un paso -como residente- en Santa Isabel de Hungría en Parque Chacabuco y como capellán externo en la Iglesia María Madre Purísima (Flores) desde el 2016 hasta el 2021.

El ahora Obispo titular de Idassa y Auxiliar de Buenos Aires, Pedro Cannavó ingresó al Seminario Metropolitano de Buenos Aires en el año 2002 donde llevó adelante sus estudios eclesiásticos. Su ordenación sacerdotal fue el 21 de noviembre del 2009 y estuvo en manos del entonces cardenal Jorge Mario Bergoglio (ahora Papa Francisco).

Afortunadamente el 19 de Junio del 2024, el Papa Francisco lo nombró obispo auxiliar de Buenos Aires en una ceremonia muy emotiva llevada adelante en la Catedral de Buenos Aires por el arzobispo García Cuerva. Se realizó, además, otra ceremonia en Madre del Pueblo al día siguiente.

Desde ese momento Pedro es Vicario episcopal de la Vicaría de Flores, Vicario episcopal de la Vicaría para el servicio de la Caridad y el Desarrollo Humano y miembro de la Comisión Episcopal de la Pastoral Social.


Oriundo del barrio Copello de Lugano, Pedro se suma a las personalidades que dejan una marca indeleble en la historia de nuestro querido Bajo Flores. Con su mirada comprensiva, con su humildad inigualable, con su garra inquebrantable le deseamos suerte en su nuevo rol y no olvidamos sus palabras:

“lo importante es que lleguemos todos juntos”.


GUSTAVO CARRARA

Oriundo de Villa Lugano, el Padre Gustavo Carrara, nació el 24 de mayo de 1973. Recibió su primera comunión del entrañable Rodolfo Ricciarcelli en Villa 20 e ingresó al Seminario Metropolitano de Buenos Aires en el año 1990. Antes de llegar al Bajo Flores estuvo en las Parroquias de Mataderos, Liniers, Belgrano, Soldati. Del año 2009 al año 2017 Gustavo ofició de Párroco de Santa María Madre del Pueblo en el Barrio Ricciardelli. Allí logró lo que pocos: ser conocido y querido en los 3 barrios que componen el Bajo Flores. Tuvo un rol central en la expansión de la oferta educativa de Madre del Pueblo (que antes sólo contaba con un CPI) que ahora cuenta con nivel inicial, primaria, secundaria y escuela técnica. El Club Madre del Pueblo comenzó a sumar disciplinas y hoy cuenta con más de 12 deportes entre sus actividades. Se sumaron la orquesta villera, grupos de danzas folklóricas de las colectividades y el Hogar de Cristo que funcionan hoy con gran dinamismo y forman parte del enorme entramado social y humano con el que cuenta el Barrio Ricciardelli.

Ya en el año 2007 Carrara, junto a otros sacerdotes del equipo de la Pastoral Villera, firman una serie de documentos introduciendo el concepto de "integración urbana" para reemplazar al concepto de urbanización. Éste implica un rotundo cambio ya que los curas sugieren una integración de las villas al entramado urbano en el que NO se pierda todo lo que las villas tienen que aportar al resto de la Ciudad. Se parte de la visión de que los barrios populares pueden y deben ser escuchados y tenidos en cuenta y su cultura (de solidaridad de abnegación) no debe erradicarse con el pretexto "avanzar" en un falso progreso. Integrar no debe significar nunca la anulación de una de las partes. Se deben buscar puentes y diálogos.

Con la humildad de los grandes y siempre con la palabra justa Gustavo se fue haciendo un lugar en el corazón de los vecinos y vecinas del Bajo Flores. Tuvo un rol preponderante también en el aumento de la presencia del Estado en el barrio (los CAJ, la presencia de ReNAPER, etc) como contrapeso al crecimiento de los sectores delictivos y fomentó la construcción del Centro de Atención Vecinal de Bonorino y Riestra.

Durante sus años en Bajo Flores, Gustavo fue adquiriendo un rol central en la Pastoral Villera hasta que en el año 2017 el Papa Francisco lo nombró obispo titular de Tasbalta y auxiliar de Buenos Aires siendo el primer obispo villero. Recientemente (2024) fue nombrado arzobispo de La Plata.

Como uno de los máximos intérpretes y exponentes de las ideas del Papa Francisco, el Padre Gustavo también ha sido una referencia de la Teología del Pueblo que pone el acento en la sabiduría popular. Esta corriente filosófica y teórica viene a dialogar con la histórica corriente de pensamiento de Teología de la Liberación del Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo. Hace hincapié en la cultura popular latinoamericana, en la relevancia del vínculo entre los hombres y mujeres y la Madre Tierra. Es respetuosa del conocimiento que producen los propios pueblos de forma comunitaria.

Como se dijo, Gustavo hoy cumple funciones en La Plata pero para nosotros siempre seguirá siendo el Padre Gustavo del Bajo Flores que, como dice siempre, compartió y comparte con los pobres la alegría del evangelio.

Aldo Moran

Nació un 9 de junio de 1950. (Seis años después en esa misma fecha la oligarquía fusilaba peronistas). Morán repartió diarios y fue chofer de ambulancia. Integrante en San Juan de la Juventud Peronista. Comenzó a militar a los 18 años en 1968. Se casó muy joven. Obrero que consagró su vida a lucha por la liberación nacional y social de nuestra Patria. Enfrentó desde siempre la prepotencia patronal y la entrega oligárquica del país desde las filas gremiales de la Asociación Obrera Minera Argentina (AOMA) en su provincia. Fue un referente de la Juventud Trabajadora Peronista (JTP), brazo sindical de Montoneros. Fue también representante sindical del Partido Peronista Auténtico (PPA). En enero de 1977 acorralado por la represión se fue de San Juan., pasó por Paraguay y llegó a Suecia. Integrante como vocal de la Rama Sindical del Movimiento Peronista Montonero (MPM) en la Resistencia y en el Exilio, desde su creación, en abril de 1977 en la ciudad de Roma. Volvió en 1979 para la Contraofensiva montonera y estuvo en varias provincias. Zafó de ser secuestrado y desaparecido en Lima, Perú, en junio de 1980 cuando venía de México.Tenía una cita con la compañera María Inés “La Flaca” Raverta que había sido secuestrada en el país incaico por milicos argentinos y peruanos. Pero ella estoicamente aguantó la tortura y no dijo nada de ese encuentro programado en donde debía entregar documentos de identidad truchos y dinero a Morán, porque este volvía a la Argentina para sumarse nuevamente a la lucha. Aldo esperó y esperó en el bar (no pensaba que uniformados argentinos podían operar impunemente en otro país), y al final se fue. Al otro día por los diarios del lugar supo de la caída de Raverta y otros compañeros de su organización. Inmediatamente puso distancia con sus perseguidores: partió para Guayaquil, desde allí a Panamá, donde a través de la embajada de Nicaragua pudo hacer contacto con sus compañeros Montoneros nuevamente y recalar en Cuba. Luego pasó por Praga y nuevamente Roma. Volvió al país en 1981 por Mendoza y se quedó clandestino ahí, organizando a la gente. Sobrevivió a la dictadura cívico-militar. En el ’83 volvió a su provincia natal para poder votar. Dio testimonio en todos los juicios que estuvieron a su alcance para denunciar a los genocidas soberbios y entorchados y a sus cómplices civiles. Falleció el 23 de julio de 2024 aquí en Argentina. Al día siguiente, miércoles 24 de julio, hubo un responso fúnebre a su memoria, en la Parroquia Santa María Madre del Pueblo, situada en la Manzana 3, Casa 1, Villa 1-11-14, a una cuadra de Avenida Cruz y Perito Moreno, Ciudad de Buenos Aires.

Las amazonas

En 1989 un grupo de mujeres solidarias del Bajo Flores comenzó a dar vida a una de las tantas ollas populares del barrio Ricciardelli. Tres años después, estas protagonistas comenzaron allí la construcción del Comedor Niños Felices inspirado el coraje que supieron tejer juntas como mujeres, mientras cocinaban para sus vecinas/os.

Ellas comenzaron a reconocerse en la violencia que tanto ellas como muchas otras vecinas sufrían. Y de cómo esto las inspiró para ser creativas a la hora de afrontar la violencia machista y protegerse en un contexto difícil, ya que de la policía y la justicia no obtenían ningu­na respuesta. aprendieron “que la violencia machista hacia las mujeres no solo es física, también es psíquica y verbal; que existen violaciones también dentro del matrimonio; que no es cierto que el sexo es un derecho de los maridos, como les enseñaron”.

junto a las mujeres maltratadas, visitaban a los hombres golpeadores y si estos no se arrepentían, los denunciaban públicamente para que todo el barrio lo supiera, exigiéndoles que se fueran. Así se ganaron el apodo de “Las Amazonas”, la pesadilla de los golpeadores, como las llamó Ernesto, de la pa­rroquia del barrio.

Por otra parte, supieron animar redes soli­darias con docentes de escuelas vecinas, médi­cos de las salitas u otros comedores para estar más seguras.

Niños Felices fue y es, en distintos modos, una referencia para las mujeres del Bajo: de solidaridad frente a la violencia, de coraje.

Volver sobre esta experiencia puede alimentar una reflexión renovada sobre el carácter humano y electivo de la solidaridad, desafiando el perfil asistencialista con el que se la suele pensar.

Quito Aragón